lunes, 9 de mayo de 2016

MACROBIÓTICA DE PRIMAVERA A VERANO - CAMBIO DE ALIMENTACIÓN

¡Gracias a todos los participantes del Taller del domingo 8 de mayo!






Las noches son breves
¿Cuantos días más
 aún por vivir?
Haiku de Shiki (1867-1902)

Como se aconseja cocinar durante el verano y como hacer el cambio

El Verano, estación del Fuego, al igual que la energía se dispersa para todos los lados, si hiciésemos un símil de un día completo con las cuatro estaciones, esta fecha, correspondería al medio día, cuando el sol está arriba y sus rayos nos incide con más fuerza y dinamismo, y en la edad de una persona el tiempo correspondería a su pubertad, cuando la energía es más fuerte y se transforma en belleza por el esplendor de su desarrollo.

Cuando el metabolismo llega a su pico de culminación el calor acelera los procesos, el cuerpo necesita hidratarse a cada instante, las etapas de nutrición, digestión, asimilación y eliminación, se diferencian más que en cualquier otra estación, hay que adaptarse a la estrena situación del calor (Yang). Para contrarrestar este momento de nuestras constantes metabólicas, necesitamos practicar una cocina que neutralice el caluroso ambiente del verano.

Para eso utilizaremos más frescor (Yin), y no abusaremos de los alimentos Yang que producen más calor. Esto se consigue haciendo que las digestiones sean suaves y ligeras de fácil asimilación. Tenemos que tener en cuenta, la reposición de los minerales que gastamos con la transpiración, y para ello usaremos condimentos que nos ayuden a recuperarnos, cómo la umeboshi, las algas y el gomasio.

La forma de cocinar, tiene que comprender formas ligeras de preparación de alimentos, usando una cocina de más corta duración; como los salteados rápidos y medios, acompañados de ensaladas, pickles y germinados, alternando con verduras al vapor que dejamos enfriar para su posterior preparación mezcladas con legumbres y cereales. También haremos uso de los escaldados de hoja verde de diferentes verduras.

Con frecuencia podemos preparar, pasta Udon, polenta y cereales ligeros cómo bulgur o cuscús. Continuamos utilizando las algas wakame, nori, y kombu. En cuanto a las proteínas, se utilizarán el tofu, el más usado en esta época, el tempeh, el nato, los patés, y las legumbres en ensaladas, como los garbanzos, lentejas, judías, etc. 

Las sopas pasan a ser del tiempo como gazpachos o ligeramente calientes usando la pasta con caldo dashi, o miso blanco combinadas con granos de maíz y alguna verdura picada con apio.

El capítulo de las frutas crudas y zumos, es la época del año que toma más protagonismo. Si estamos sanos, podremos tomar melón, sandía, ciruelas rojas y amarillas, melocotones y hacer postres variados de frutas combinadas picadas. Refrescar el cuerpo con un jugo hecho de manzana con apio, pera sandía o limón y melón etc.

Ya sabemos que tenemos que eludir las grandes comilonas, guisos de larga duración, sobre todo comidas al horno, plancha, los tostados y las carnes, los abusos de la sal y del aceite frito. Para el momento de salir al campo o la playa podemos optar por los bollos de arroz con sésamo,  o envueltos en algas  nori, como el  shusi, cereales en ensaladas y bocadillos con patés y filetes de tofu marinados.

Debido al clima, pasamos gran parte del día haciendo más actividades al aire libre, más ejercicio, y es necesario compensar con un descanso a diario sin dejar que el cansancio se acumule. Para mantener una energía ligera sin agotamiento, es vital acostarse cuando se pone  el sol y levantarse cuando sale, practicar el horario de las gallinas y no agotarse, porque los biorritmos se acusan más que en cualquier otra época del año. Esto es debido a que es el momento más alto de la energía expansiva, que es dispersante y nos hace transpirar y desgastarnos a diario. Transpirar haciendo ejercicio es bueno para sacar a fuera el exceso de energía fría que tomamos cada día, porque de lo contrario la acumulamos, y como esta estación corresponde al corazón y el intestino delgado, esos órganos tendrían demasiado frío acumulado, y esta acumulación de frio, después en otoño/invierno nos puede provocar enfermedad.

Miguel Priego
Colaborador de macrobiótica en La Biotika

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