martes, 2 de junio de 2015

CURSO TEÓRICO-PRÁCTICO MACROBIÓTICA: CAMBIO DE ESTACIÓN DE PRIMAVERA A VERANO

Gracias a los asistentes al curso de macrobiótica del domingo 31 de mayo...
Como siempre todo un éxito...


TALLER CAMBIO DE ESTACIÓN DE PRIMAVERA A VERANO
- como realizar el cambio de primavera a verano.
- algunos trucos para facilitar la transición a la dieta macrobiótica
- como se aconseja cocinar durante la estación
- Listados de alimentos según tablas Yin y yang
- Conceptos de proporciones en la dieta
- Complementos alimenticios, remedios, algunos germinados y degustación del Menú preparado




Cuando el metabolismo llega a su pico de culminación, el calor acelera los procesos, el cuerpo necesita hidratarse a cada instante, las etapas de nutrición, digestión, asimilación y eliminación, se diferencian más que en cualquier otra estación, hay que adaptarse a la estrena situación del calor yang. Para contrarrestar este momento de nuestras constantes metabólicas, necesitamos practicar una cocina que contrarreste el caluroso ambiente del verano.

Para eso utilizaremos más frescor yin y no abusaremos de los alimentos yang que producen más calor. Esto se consigue haciendo que las digestiones sean suaves y ligeras de fácil asimilación. 

Tenemos que tener en cuenta, la reposición de los minerales que gastamos con la transpiración, y para ello usaremos condimentos que nos ayuden a recuperarnos, cómo la umeboshi, las algas y el gomasio.
La forma de cocinar, tiene que comprender formas ligeras de preparación de alimentos, usando una cocina de más corta duración; como los salteados rápidos y medios, acompañados de ensaladas, pickles y germinados, alternando con verduras al vapor que dejamos enfriar para su posterior preparación mezcladas con legumbres y cereales, también haremos uso de los escaldados de hoja verde de diferentes verduras.

Con frecuencia podemos preparar, pasta Udon, polenta y cereales ligeros cómo bulgur o cuscús. Continuamos utilizando las algas wakame, nori, dulce, y kombu. Las proteínas serán desde el tofu algo más usado en esta época, el Tempeh, nato, patés y legumbres en ensaladas, garbanzos, lentejas, judías etc. la proteína animal que puede ser algún pescado blanco o pulpa de marisco en pequeñas cantidades.

Las sopas pasan a ser del tiempo como gazpachos o ligeramente calientes usando la pasta con caldo dashi, o miso blanco combinadas con granos de maíz y alguna verdura picada con apio.

El capítulo de las frutas cruda y jugos, es la época del año que toma más protagonismo. Si estamos sanos, podremos tomar melón, sandía, ciruelas rojas y amarillas, melocotones y hacer postres variados de frutas combinadas picadas. Refrescar el cuerpo con un jugo hecho de manzana con apio, pera sandía o limón y melón etc.

Ya sabemos que tenemos que eludir las grandes comilonas, guisos de larga duración, sobre todo comidas al horno, plancha, tostados y las carnes, los abusos de la sal y del aceite frito, no es la época más idónea de tomar este tipo de alimentos como son; los famosos filetes empanados fritos para llevar en las salidas que solemos hacer en excursiones etc. Para este momento de salir al campo o la playa, podemos preparar los bollos de arroz con sésamo, o envuelto en algas nori, como el shusi, cereales en ensaladas y bocadillos con patés y filetes de tofu marinados etc.

Debido al clima, pasamos gran parte del día haciendo más actividades al aire libre, más ejercicio, y es necesario compensar con un descanso a diario sin dejar que el cansancio se acumule, es vital para mantener una energía ligera sin agotamiento, acostarse cuando se pone el sol y levantarse cuando sale, seria en esta época la forma de estar bien, practicar el horario de las gallinas y no agotarse, porque los biorritmos, se acusan más que en cualquier otro momento del año. Esto es debido a que es el momento más alto de la energía expansiva, que es dispersante y nos hace transpirar y desgastarnos a diario.

Aunque transpirar haciendo ejercicio, es bueno para sacar a fuera el exceso de energía fría que tomamos cada día, porque de lo contrario, la acumulamos y como esta estación corresponde al corazón y el intestino delgado, esos órganos tendrían demasiado frío acumulado y en otoño, invierno, nos puede producir enfermedad.

Miguel Priego

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